La importancia de la audición musical y la escucha activa en educación infantil.


No sabemos a qué hora leeréis esto, por lo que... ¡Buenos días/tardes/noches! 
¿Qué tal ha transcurrido la semana? Esperamos que tan interesante como nuestro nueva nueva entrada.

¿Alguna vez os habéis parado a tomar conciencia del verdadero efecto que produce la música sobre nuestra mente? Como ya sabemos, nuestra última entrada se centraba en los cambios que producía la música en nuestros hemisferios cerebrales, ya que ayuda a crear nuevas conexiones cerebrales que refuerzan y activan el cerebro, posibilitando incluso la no aparición o el retraso de enfermedades ocasionadas por deterioros neuronales. 
Como futuras docentes de educación infantil, creemos firmemente en que la música adquiere un papel muy importante en la enseñanza, ya que nos ayuda a concentrarnos, propicia un ambiente tranquilo y relajado y sensibiliza a los niños y niñas en cuanto a las sensaciones que produce a través de una escucha activa de la misma para entender cómo se comporta el sonido, qué produce y qué variables lo componen. 

Este aspecto debe ser promovido por nosotras mismas y el contexto en el que se desarrolla, haciendo también hincapié en la práctica y experimentación musical para posibilitar un desarrollo musical adecuado, ya que a través de su respuesta y disposición hacia la música podremos detectar diferentes afectaciones en la memoria, la concentración, audición o emociones de los más pequeños. 

Para poder llevar a cabo este tema en el aula, debemos ser conscientes, en primera instancia de nuestras capacidades como seres humanos, conocernos a nosotros mismos, nuestro cuerpo y sus posibilidades, por lo que desde que los niños nacen, debemos dar importancia al desarrollo de las cualidades sensoriales, para alcanzar un desarrollo íntegro, de esta manera, proponemos como herramienta principal la interacción con el medio, ya que este nos proporciona una amplia gama de posibilidades de las cuales los niños y niñas aprenderán gracias a la experimentación directa con actividades cotidianas en su día a día. 

El gusto, olfato, tacto, vista y oído son las cinco cualidades a tener en cuenta, que deberemos evaluar en todo momento en los niños y niñas, ya que podrían existir diferentes afectaciones o carencias en los niños, difíciles de notar de manera simple en regiones como la vista y el oído que pueden retrasar o dificultar el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas. Para evaluar estos aspectos, podemos considerar la educación artística como el medio más completo e idóneo, ya que como afirma Barragán (2015) citando a Cabezas (2009) "el proceso formativo artístico proporciona experiencias cognitivas, sensorio–perceptivas, emocionales y estéticas"

Un correcto desarrollo de las cualidades sensoriales permitirá a los niños y niñas entender de forma correcta el mundo que le rodea, analizar y diferenciar unos elementos de otros según sus características, identificar sensaciones e interpretar sus emociones mediante la escucha de piezas musicales, como indicamos en este blog así como conocernos a nosotros mismos, un aspecto esencial para el desarrollo de su personalidad. Se trata de un aspecto complejo, que como se ha comentado, solo podremos desarrollarlo si proporcionamos a los más pequeños experiencias de calidad relacionadas con su día a día, contextualizadas en su entorno. 

Retomando el tema que nos precede, la escucha activa, proponemos trabajar primero el oído mediante juegos y experiencias que impliquen la escucha de onomatopeyas y la identificación de su procedencia, por ejemplo, o llevar a cabo talleres de "arteterapia", mediante los cuales niños y niñas de todas las edades pueden escuchar piezas musicales y con pintura de mano, pasar sus manos sobre el papel "dibujando" lo que sienten en cada momento de la obra, entre otras actividades, ya que existen tantas como pueda alcanzar nuestra imaginación. Conforme los niños y niñas crecen y dominan este tema, podremos trabajar en el aula la escucha musical activa recurriendo a recursos como la dramatización, el baile, la narración de piezas musicales, musicogramas, etc. Ya que todos ellos juegan un papel en común: la necesidad de comprender, para poder poner en práctica el plano expresivo musical. 

Desde "Musicalmente hablando", os animamos a utilizar estos recursos junto a piezas musicales clásicas, llenas de armonía, color y expresividad, que podrán ser muy útiles para trabajar estos aspectos. 
No olvidéis que la música, es el lenguaje universal que todas las lenguas entienden, de manera que usemos eso a nuestro favor, entendamos y disfrutemos la música y las sensaciones que nos produce y dominaremos otra lengua.

¡Hasta el próximo post!







Realizado por: Claudia Plaza Jiménez. 



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